La invasión de Irak de 2003 empieza a dejar secuelas en el Ejército español. 11 años más tarde se juzgará un presunto caso de tortura a prisioneros iraquíes y aparecen los primeros casos de reconocimiento de estrés postraumático para soldados que estuvieron allí.

Para la ciudadanía española el eufemismo ‘misiones humanitarias’ usados por el Gobierno para justificar el despliegue de tropas ya no es efectivo.

España, a pesar de las manifestaciones masivas contrarias a ir a la guerra, se incorporó de forma activa a la agresión contra el país árabe.

Ahora la sociedad española va conociendo la huella que dejó este conflicto en los militares.

Las imágenes publicadas por el diario El País muestran a varios militares españoles golpeando a dos prisioneros iraquíes en la base de Diwaniya (situada a 180 kilómetros al sur de Bagdad) en 2003. Ahora un tribunal militar juzgará el caso. La Fiscalía le imputa a tres militares un delito de torturas que se castiga con penas de hasta 25 años de prisión.

Pero también ahora han conocido el diario de operaciones de la batalla que vivieron los soldados españoles en Nayaf, en el sur de Irak, en 2004. La Cadena Ser ha tenido acceso a las cuatro páginas del informe que demuestran que los militares españoles no estaban solo para labores humanitarias.

Algunos operativos dejaron secuelas a militares españoles que no fueron reconocidos por el Ministerio. Es el caso de un cabo que sufrió el llamado síndrome de estrés postraumático. Una enfermedad que el tribunal médico militar que le examinó no le reconoció. Ha tenido que ser la justicia ordinaria, quien le diera la razón al soldado.

Informaciones como los casos de tortura o el abandono de militares que han sufrido estrés postraumático hacen mella en la percepción que los españoles tienen del Ejército y sobre todo de los gestores del cuerpo militar.

FUENTE: http://www.hispantv.com/detail/2014/10/02/291221/secuelas-ejercito-espanol-invasion-irak