Como introducción os diremos, que la página va dedicada a la memoria de Javier López Vázquez, fallecido el 14 de diciembre de 2013 a la edad de 38 años.
Javi era una persona generosa, bondadosa, honesta, responsable y sobre todo un buen hijo y un buen hermano. Era ingeniero por la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña). Siempre le gustó el tema de los uniformes y un día decidió pasar a formar parte del ejército el que, ante la falta de ingenieros civiles, lo recibió con los brazos abiertos.
Empezó como militar de complemento y posteriormente se presentó a las oposiciones para obtener la plaza de militar de carrera, la cual consiguió después de hacer un examen del que comentó que “eso no lo aprobaba nadie”, ni tan siquiera él, a pesar de su increíble inteligencia. Pero claro está que al ejército le da cierto prestigio el tener ingenieros civiles en sus filas.
Su camino en el cuerpo no fue fácil. Tuvo que soportar, recelos y envidias por parte de algún “compañero” chusquero que intentó, siempre que pudo, hacerle la vida imposible ya que tarde o temprano pasaría a un segundo plano.
Este “compañero” pensaba que el acuartelamiento, en el que estaba Javi, era su cortijo. Javi tuvo que vivir hechos bastante desagradables dentro de la unidad en la que estaba, hasta el punto de venir a casa sufriendo por lo que allí vivía. Dicho “compañero” a día de hoy, gracias “a su gran labor”, posee un empleo superior al que poseía en el acuartelamiento al que pertenecía Javi. Ese fue el premio a su “buen hacer”.
Otros “compañeros”, también relacionados con los acontecimientos que se vivieron en este acuartelamiento, al parecer bastante preocupantes, también salieron de rositas y acabaron, igual que el elemento anterior, en otros destinos distintos al que tenían.
Javi nos comentaba que alguna vez se tendría que ir de misión al extranjero. Ese día, tan temido por la familia, llegó. Javi tenía que ir a Líbano o Afganistán. En un principio, su destino iba a ser Líbano, una zona a priori, menos conflictiva que Afganistán, pero el famoso “compañero” lo volvió a putear como tantas otras veces y éste, debido a su mayor rango, eligió Líbano dejando como única opción a Javi Afganistán. No fue una buena noticia ni para la familia ni para él, pero debía aceptarla. El 2 de noviembre de 2012 salía con destino a su misión. Ese día se nos rompió el corazón a todos. Nos reunimos a comer en casa de nuestros padres, como hacíamos y hacemos todas las semanas, para despedirnos de él.
Mientras duró su misión, hablábamos, nos enviábamos mails, fotos y por supuesto nuestros padres siempre le enviaban un paquete con comida de España que, repartía en ocasiones, entre los nativos de la zona que en la base trabajaban. Llamaba prácticamente a diario y además, como él sabía que los sábados estamos todos reunidos, sobre las 15h aproximadamente, nos hacía la llamada del sábado. Hablábamos y comentábamos con él de lo que podíamos, ya que allí los debían tener bastante controlados con lo que decían y contaban.
El 10 de mayo de 2013 llegó el día esperado por todos. Regresó de esa absurda misión y fuimos a recibirle todos a la estación de Sants (Barcelona). Apareció como siempre, con su gran sonrisa y cargado de regalos para todos.
Pero pronto todo cambió y esa sonrisa se fue apagando. Ya no sonreía, como solía hacer, hablaba poco. Cuando le preguntabas, por ejemplo, si había sufrido o visto alguna cosa en Afganistán, su única respuesta era “quiero volver a mi pasado”. Desconfiaba de todo y todos, pensaba continuamente que la gente le observaba o le engañaba (amigos, conocidos, vecinos, etc…) sentía voces inexistentes, tenía alucinaciones, no se concentraba, había perdido su sensibilidad, aunque te pusieses de rodillas delante de él para saber que le ocurría, no derramaba ni una lágrima. Su comportamiento era muy frío, pero ninguno lo achacábamos, por desconocimiento, a lo que posteriormente pensamos que pudo originarle tal comportamiento. Nuestra madre repetía una y otra vez, “a mi hijo me lo han cambiado” y era cierto, el Javi que había vuelto de la maldita GUERRA, no era el mismo.
Iniciamos una peregrinación por diversos psicólogos y psiquiatras ya que él, no quería que en el ejército se conociese su estado y nos pedía que no dijésemos nada porque le había costado mucho llegar hasta donde estaba. A día de hoy, aún, no sabemos si hicimos bien o no, pero respetamos su decisión. Él sabía por qué lo decía. Con posterioridad, nosotros también hemos podido saber por qué no quería que se enterasen, podía truncar su carrera e incluso dejar de pertenecer a las Fuerzas Armadas. Tampoco quería ingresar en un centro psiquiátrico y tampoco sabremos nunca si esa hubiese sido la solución.
Sabemos por comentarios de sus “compañeros”, que notaron comportamientos distintos a los que estaban acostumbrados pero, ninguno supo valorar que podía haber venido afectado de Afganistán. Ni que decir que en su unidad no eran ni son un regimiento, con lo que hubiese costado más darse cuenta, sino que eran y siguen siendo 4 gatos, como una “familia”. Aún así, sabiendo que había vuelto de una Guerra, como hemos dicho, nadie fue capaz de pensar en ello, aunque queremos pensar que nadie estaba obligado a hacerlo.
Es increíble que no exista un protocolo, el cual ayude a integrarse de nuevo a la vida real a las personas que vuelven de zonas de conflicto. Este seguimiento es voluntario, lo dejan en manos del afectado. Los afectados nunca irán a la sanidad militar para decir que no están bien psicológicamente. Su carrera profesional, como hemos dicho anteriormente, podría verse truncada por ello. Pero claro, crear un protocolo de seguimiento vale dinero y recursos que, se prefieren utilizar, supuestamente, para otros menesteres. Tampoco hay asesoramiento para la familia de cómo actuar o dónde acudir, en caso de detectar comportamientos extraños después de llegar de una misión o zona de conflicto.
Fueron siete meses de sufrimiento, seguramente más para él, ya que era consciente de lo que pasaba y sufría mucho. De idas y venidas sin saber, hasta ese momento, que era lo que le podía estar provocando ese comportamiento.
Finalmente el 14 de diciembre de 2013 decidió poner fin a su vida. Javi se suicidó.
El temor que había en la familia de que le pudiera ocurrir algo en Afganistán, durante los 6 meses que duró la misión, finalmente pasó en su propio país.
A partir de ahí empezamos a hacernos preguntas, no nos podíamos creer que Javi hiciese eso, no tenía motivos para ello. Tenía una familia que lo adoraba, y amigos que lo querían y lo quieren. Era culto, alegre, deportista, tranquilo, nada agresivo, aunque este último aspecto cambió en alguna ocasión mientras estuvo enfermo y, por encima de todo, amaba a su familia y nunca se le pasaría por la cabeza hacernos daño, lo que resulta aún, más doloroso.
Cuando sucedió tuvimos que escuchar por parte de sus “compañeros” tonterías como: “quizá le haya inducido a ello alguna secta debido a su condición de militar aquí en Catalunya”, o “dejarnos si queréis las llaves del coche y os subimos las cosas por si ha dejado alguna nota” o, “en sus taquillas no había nada, sólo un número de lotería”. Las habían estado mirando, igual que el disco duro personal que él tenía y sobre el que nos decían, con el cuerpo presente de Javi, “mirarlo que hay unos reportajes muy bonitos”. Ni que decir que dicho disco duro, a día de hoy, todavía no hemos sido capaces de comprobar su contenido. También nos preguntaban, y posteriormente nos siguieron preguntando, por una agenda personal que tenía Javi. ¿Qué buscaban cuando estuvieron observando todo el disco duro? ¿Por qué? ¿Qué podía tener la dichosa agenda para que les preocupase tanto? ¿Qué podía haber en sus taquillas para tener que abrirlas supuestamente de manera inapropiada? ¿Por qué querían bajar ellos al coche? ¿Por qué contactaron con los mossos d´esquadra para que viesen el móvil? No lo sabemos, esperemos que algún día nos respondan a todo esto. Decir que los mossos d´esquadra, personalmente pensamos que, respondieron a sus peticiones más por cortesía que por otro motivo.
Y qué decir de los acontecimientos posteriores. Sólo faltó su majestad el rey a su funeral, era todo un protocolo del que estaban más pendientes de hacer los honores al mando de turno que de velar por Javi. Fueron más fríos que el hielo, por decirlo en pocas palabras, sentimiento cero. Suponemos que es algo a lo que están acostumbrados.
Y qué comentar del Tte. Coronel Psicólogo, el cual repartía pastillas como si fuesen golosinas, llevaba una farmacia encima. Menos mal que casi ninguno de nosotros las tomamos, las tirábamos o las guardábamos en el bolsillo. Queríamos recordar a Javi conscientes y no aturdidos por las dichosas pastillas. Este psicólogo, después de permanecer durante un mes cada semana con nosotros haciendo su “trabajo”, supuestamente y como imaginábamos, el de escribiente (esperamos que haya escrito y cuente todo lo que nosotros sospechábamos y así le transmitimos), nunca más llamó a nuestros padres para interesarse por ellos, ni tan si quiera a nivel personal o como profesional de la Psicología, lo cual dice mucho de su persona. A quién sí llamaba, en cuanto salía de casa, era al Tte. Coronel del acuartelamiento, suponemos que para darle el último parte.
Una vez sucedió lo de Javi empezamos a buscar respuestas y, muchas de ellas, no tardaron mucho en llegar. Buscamos en internet asociaciones o grupos de personas relacionadas con el ejército español, que hubiesen pasado por el mismo desenlace. No encontramos nada. En España respecto a este tema, en relación a la institución militar, no hay absolutamente nada de información. Es más, parece como si estos sucesos no fuesen con dicha institución, tanto a nivel de suicidios cómo a nivel de trastornos.
No existen, o por lo menos no las conocemos, estadísticas sobre dichos sucesos. No existen asociaciones de ayuda a familiares y lo más importante, no existe un protocolo, como ya hemos dicho anteriormente, postmisión para reintegrar a la vida cotidiana a los militares provenientes de las mencionadas misiones, como existe en otros países. Tampoco existe un “qué hacer” dirigido a las familias en caso de detectar este tipo de comportamientos.
Como decíamos, empezamos a buscar y encontramos algunas asociaciones, pero todas fuera de España, sobre todo en EE.UU.
Empezamos a informarnos y comprobamos los diferentes motivos que podían estar detrás de los suicidios, trastornos y comportamientos extraños de los militares estadounidenses. Nos llamó la atención que muchos de ellos se suicidaban, trastornaban o tenían comportamientos extraños, tras haber tomado un fármaco antimalárico el cual tiene un componente llamado Mefloquina y que se suministra a los militares sitos en zonas de riesgo de contraer malaria.
Una vez tuvimos esta información, buscamos nuevamente en la documentación de Javi. Después de no haberle dado importancia, debido al desconocimiento, nos quedamos perplejos al ver que en su archivador había un documento de la sanidad militar española donde le pautaba la toma de la Mefloquina.
A partir de ese momento empezamos a mirar más en profundidad toda su documentación y descubrimos que tanto en su agenda telefónica como en la del portátil tenía en el calendario tachado la toma de la dichosa Mefloquina y justo con las fechas que, la documentación proporcionada por el ejército, pautaba.
Decir que en dicha hoja no se detallan los efectos secundarios, por otra parte, muy graves que provoca la administración de dicha sustancia. Los efectos que provoca son prácticamente iguales, por no decir los mismos, a los que Javi padecía y que supuestamente han hecho que su comportamiento y su decisión vinieran provocados por la ingesta de dicha sustancia, sumado por supuesto a otros acontecimientos como el de permanecer en una GUERRA estúpida, durante 6 meses, viviendo situaciones inimaginables para cualquier persona que no haya estado allí.
Creemos que es una gran irresponsabilidad, por parte del ejército, no informar claramente sobre dicha sustancia, en la documentación proporcionada, y aún más seguir manteniéndola (ver la web del ejército en lo relativo a los tratamientos antipalúdicos) aun sabiendo desde hace mucho tiempo los muy graves efectos secundarios que puede provocar dicho medicamento.
Pero claro, aquí juega un papel muy importante la parte económica. Para el ejercito es más barata que cualquier otro medicamento que no provoque estos efectos secundarios y claro, como no, la tomaba el ejército de EE.UU. El dinero que podía invertirse, presuntamente para salvar vidas con otro medicamento, se lo gastan en comprar armas para acabar con ellas
En esta lucha que estamos llevando a cabo hemos contado con la ayuda y apoyo de mucha gente pero, en concreto de una en especial que nos supo guiar cuando estábamos andando por este camino tan difícil y que desde aquí mandamos nuestro mayor agradecimiento, Juan Torres “el Cordobés” (El Cartel De Bagram). Asimismo, a nuestros abogados, que aun sabiendo que va a ser un camino arduo y muy difícil, han confiado y estado con nosotros en todo momento. Y, como no, a todos los que le querían y quieren a Javi por el apoyo que nos han ofrecido y nos siguen ofreciendo
Queremos decir también desde aquí, que nos han llegado palabras de alguno de sus “compañeros” como no, de forma anónima, diciendo que lo que hacemos no es serio y que su suicidio se produjo porque le dejó su novia, la cual ni tenía como tal, ni le dejó. Supongo que lo serio para ellos sería que estuviésemos calladitos llorando nuestra pena en casa pero, sepan que cuanto más nos intenten “fastidiar” más nos motivaran a seguir adelante.
También decirle a este Señor “X” (le llamamos así porque queremos que todavía piense que es anónimo) que estábamos esperando este tipo de comentarios pero, sepa que nos hemos estado preparando debidamente para ello. Sepa y sepan también que más daño del que tenemos ya no podemos tener y que como bien nos dijo un “compañero” de Javi, no sabemos por qué, nosotros sí que llegaremos hasta el final
También pedimos, que en futuras ocasiones, si algún “compañero” envía un comentario con las palabras que hemos recibido y no merece la pena reproducir, si es posible, lo haga sin esconderse tras el anonimato. Decirle al Señor “X” que para nosotros no es anónimo pero, le agradeceríamos diese la cara para tampoco serlo para el resto de personas que visitan la web.
Decir a estos que nos envían “opiniones” personales, que reflexionen y piensen que el fin de esta lucha no es otro que el de ayudar a que ciertos estamentos dejen de ser rincones oscuros y pasen a ser espacios abiertos y algo más transparentes. Con esto ganarán todos, incluso los que hablan sin conocer los casos suficientemente.
Para acabar y no extendernos más, porque podríamos contar muchos otros relatos, decir que desde el 22 de enero de 2014 estamos esperando a que el ejército nos proporcione toda la información solicitada, que legítimamente nos corresponde como familiares de Javi, relativa a la Mefloquina.
Hasta el día de hoy, dicha información no nos ha sido proporcionada. Nos hace pensar, con esta posición, que presuntamente quieren esconder algo o no quieren asumir cierta irresponsabilidad al proporcionar y seguir supuestamente proporcionando, dicha sustancia a los militares.
Sólo nos queda añadir que no cesaremos en esta lucha y que por muchos baches que tenga este camino iniciado, intentaremos saber esquivarlos y esperemos nos lleve hacia un camino más justo para todos.
Javi, gracias por esos 38 años que has estado con nosotros y gracias, también, por la agenda que nos has dejado como recuerdo.
Te queremos y no te olvidamos.
Familia López Vázquez
Estoy muy, muy emocionada…nosotros también le echamos muchísimo de menos.
Muchos ánimos y muchísima fuerza familia.
Me sumo a las palabras de Regina,yo no le olvidaré nunca,tenéis mi apoyo y sabéis que podéis contar conmigo para lo que sea,un abrazo a todos.
Impresionante! os mando toda la fuerza del mundo para que podáis llegar a la verdad y seguro que Javi desde donde esté os va a ayudar siempre para que lleguéis al final!
Todo mi apoyo para vosotros y otras familias que hayan pasado por lo mismo.Lo más importante es sacar toda la verdad a la luz y que ninguna familia más tenga que pasar por lo mismo. Sin palabras estoy…
Es increíble lo que explicáis y admirable vuestra fuerza. Seguro que Javi estará orgulloso de ver lo que hacéis esté donde esté. Todo mi apoyo y mi cariño!
Ser fuertes!!! Os quiero!!!
Grandisima persona era Javi, y como no la familia está a la misma altura, no dejeis de luchar, tarde o temprano la verdad verá la luz. Ojalá otras familias no tengan q verse más en la misma tesitura q la vuestra. Un gran abrazo.
Raquel, todavía recuerdo cuando volviste tras la baja por el duelo… nunca supe que decirte porque no hay palabras que puedan reflejar todo el dolor que se siente cuando pierdes un ser querido. Os animo a que sigáis en la lucha, y si realmente hay un vínculo entre es maldito medicamento y el fallecimiento de tu hermano, no desistáis en perseguir la verdad.
Por mi parte me uno a colaborar en cualquier tipo de publicidad de vuestra lucha. Si puedo ayudar no tienes más que decírmelo.
Un abrazo muy fuerte para ti y toda la familia.
Emocionada la historia me sumo a los comentarios de apoyo a la familia lopez vazquez ya q es parte de la mia y desde aki os apoyamos en vuestra lucha por la verdad y deciros q sigais asi luchando y os mandamos toda nuestra fuerza !! Javi nunca te olvidaremos
Esos momentos tan dolorosos no pueden quedar impunes. Las injusticias y la rabia contenida no harán mas que alimentar con mas fuerza a toda una familia en busca de la verdad. Javi ya no volverá, aunque está entre nosotros y como sigue y seguirá dentro de todo aquel que tuvo el privilegio de conocerlo y quererlo, merece que se conozca el motivo verdadero que le condujo a interrumpir esa vida tan maravillosa que tenía. Un besito y ánimo para seguir luchando !!!!!!
He leído todo lo que esta puesto sobre el «supuesto suicidio» de este muchacho. Aparte de decir que siento tan lamentable perdida ¡Fuera como fuera! El Ejercito tiene el 99 % de culpa de que presuntamente hubiera llegado al suicidio ¡Ahora bien! Viendo lo que hicieron a mi hijo, el que era cabo de la Policía Naval de Infantería de Marina PEDRO JOSE CORUJO URIA, yo que VOSOTROS MIRARIA MUY BIEN no fuera que le hubieran hecho como a mi hijo PEDRO una TRAMA militar con simulacion suicida como le hicieron a mi hijo unos HIJOS PUTA DESLEALES que no merecen llevar el uniforme que llevan o llevaron en su dia. Desde luego no os voy poner por aqui todas las PRUEBAS que tenemos de la imposibilidad del suicidio, pero si alguien tiene interes en verlas o ver los comentarios sobre el caso, solo teneis que poner en facebook el nombre………….. Jose Pedro Corujo Jamart ……. y podreis ver muchas d las PRUEBAS asi como los AUTOS de diferentes Juzgados. DESLEALES y SERVILES doy prueba de que hay mas de uno, y seguro que vosotros podeis marcar a mas de uno. Sin mas espero que se os haga justicia y recomendaros que NO LO OLVIDEIS EN LA VIDA, yo puedo garantizaros que NI PERDONO NI OLVIDO. Aprovecho para mandar un saludo desde Asturias.
Os doy todo mi apoyo
Javi una grandísima persona
Y luchar hasta el final
El grupo de amigos de la universidad nos acabamos de enterar de la desgraciada noticia. Hacía mucho tiempo que no sabíamos nada de Javi, pero la verdad, es que hace tiempo que tampoco teníamos contacto entre los demás.
Creo que puedo entender lo que sentimos sus compañeros, pero nada comparable con lo que debéis estar sufriendo sus familiares a pesar del tiempo transcurrido. Estos militares y políticos se han llevado por delante a una gran persona y un talento de valor incalculable para la Ingeniería.
Por favor, recibid mi más sincero apoyo para vuestra lucha para esclarecer los hechos y conseguir que se haga justicia.
Que horror,acabo de leerlo y no puedo evitar que se me caigan las lágrimas.Todo esto me suena y bastante,por desgracia lo viví y lo sufrí hace ya 28 años con la muerte de mi marido.En este caso no fue un suicidio,aunque me quisieron hacer ver que sí y de hecho no tengo ningún documento que lo justifique,ni tan siquiera me dieron la autopsia ni ningún tipo de explicaciones.Para no seguir extendiéndome podréis leer mi caso en el Diario.es..que fue publicado ayer viernes dia 4 de julio.,por el ex teniente Luis Gonzalo Segura.
Solo quiero darle a esta familia todo mi apoyo y mi cariño.Contad conmigo para lo que queráis..
Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo.
Triste historia que te crea una gran impotencia.
Yo he vivido desde la distancia todas esas mentiras que el acuartelamiento ha dicho a la familia de Javi y mentiras que han ido aireando por todas partes, conociendo a esa gente, no me sorprenden, pero algunos actos me han parecido vergonzosos y crueles.
Estuve hablando con javi largo y tendido un mes escaso antes del trágico suceso y me di cuenta de muchas cosas, así que tenéis mi apoyo si en algo os puedo ayudar.
conozco ese acuartelamiento, muchos años estuve allí así que se lo que me digo.
lo único que puedo decir ahora es que sigáis la lucha,hasta que no tengan escapatoria.
hay cosas que no se pueden consentir.
Dicho ésto, soy de las que se acuerda de Javi como amiga sin comillas de el que era y no como otros.
muchísima fuerza y animo para seguir.javi se lo merece.
Es impresionante, te hablan de la patria , del honor,de la palabra …… ¿ donde dejan eso los que tiene que dar ejemplo de ello ?.
Siento vuestra situación y solo puedo deciros Animo!!!!
Primero de todo quiero presentar mis disculpas a la familia por mi tardía manifestación pública, pero he preferido no oponinar sobre el tema por mi cercanía a dicha familia y, porque he creido durante este tiempo, que mi papel debía ser otro!!
Ahora si quiero y puedo decir, NO PAREIS, MUCHA FUEZA, AQUÍ NOS TENÉIS PARA LO QUE NECESITÉIS, y gracias, un millón de gracias, por esta sensación maravillosa e indescriptible que siento cada vez que leo sobre vuestra lucha y sobre vuestros avances, sois admirables y ejemplares y sobre todo, una familia estupenda!!
Un fuerte abrazo!!
Que pena leer este tipo de cosas,yo fui militar y sigo peleando para que me vuelvan a reincorporar y entiendo porque Javi no quería decir nada a la sanidad militar de lo que le estaba pasando,porque para empezar son unos impresentables porque si les cuentas que estas pasando por eso te tachan de loco te abren un expediente y a la calle que es lo que me paso a mi,no os fiéis de ninguno porque entre ellos hacen piña,a mi me toco un teniente coronel «psiquiatra» y lo pongo entre comillas porque vaya impresentable,aparte de amargarme en la consulta fue el con su nota el que me puso en la calle diciéndome que ahora iba a saber lo que es el paro,ese susodicho sale en la tele haciéndose pasar por un buen profesional,aun no entiendo a día de hoy como los medios contratan a esta gentuza y peor aun como sale en la tele si el trabaja para el ejército, en fin que nuestro ejército del que tanta gala hacemos es una casa de putas,daros muchos ánimos porque es lo que queda y que lucheis por saber la verdad porque yo se que mucha gente que se suicida lo inducen a ello y tapan todo porque queda feo que las fuerzas armadas se manchen con temas de este tipo,animo y no os rindais en vuestra lucha.
Hoy era un día feliz porque después de años sin contacto lo había retomado con antiguos compañeros de estudios. Se me ocurrió preguntar por Javi y no me puedo creer aún la respuesta. No puedo ni imaginar lo que habéis y seguís pasando. No conozco a la familia pero todo mi ánimo y apoyo. No abandonéis. Javier era una buena persona, por eso aunque no tuviéramos contacto no lo olvidamos los que en algún momento nos cruzamos con él.
Llevo 24 años intentado saber como murió mi hijo , no se si murió , lo mataron o se suicidó.
Estaba ingresado en la quinta planta del Gómez Ulla y desapareció apareciendo ahorcado en el cuarto de calderas 26 horas después ;