La capitán Zaida Cantera de Castro denuncia en el libro No, mi general el acoso sexual y laboral que ha sufrido en el Ejército
Después de seis años de persecución, la hoy comandante Zaida Cantera de Castro ha decidido romper su silencio. Escrito por la diputada Irene Lozano, el libro “No capitán”, publicado por Plaza & Janés, denuncia la desprotección de los militares que se atreven a hacer frente al acoso de sus superiores.
Zaida se ha decidido a relatar su vivencia públicamente después de superar el miedo cerval que muchos militares tienen a hablar. Este libro busca romper la barrera de la opacidad que mantiene al Ejército al margen de la opinión pública, relatando una historia personal que nunca debió ocurrir y que no se supo atender, ni desde los mandos militares ni desde los mandos políticos.
“Creo que es la primera vez que un militar se atreve a contar su historia aportando nombres y apellidos de «compañeros» en activo para poner caras a los culpables. Lo hago, en primer lugar, porque creo que hay que denunciar a los responsables, porque hay muchos militares honrados dejándose la piel, y hay que diferenciarlos. En segundo lugar, porque no todos somos iguales como se ha demostrado. No lo somos ante la ley, lo que es lamentable, pero tampoco lo somos ante la corrupción, el caciquismo, el servilismo…”, afirma la comandante Zaida.
Un relato escrito por Irene Lozano
Su estremecedor relato, escrito por Irene Lozano, la diputada que puso voz a su caso en el Congreso, cuenta la experiencia brutal y traumática de ser acosada sexualmente primero, y perseguida laboral, profesional y personalmente después, a modo de escarmiento, por aquellos que tendrían que haberla protegido. Después de diecisiete años de servicio, se ve obligada a abandonar las Fuerzas Armadas tras sentirse represaliada por los amigos y compañeros de promoción del Coronel al que consiguió condenar a dos años y diez meses de prisión por acoso sexual y laboral, como se cuenta en este libro.
Zaida Cantera de Castro ingresó en el ejército español en 1997, donde ha desarrollado una carrera ejemplar reconocida por una brillante hoja de servicios. En 2008, tras regresar de una misión internacional en Líbano bajo mandato de la ONU, se reincorporó a su puesto en el Ejército de Tierra y dio comienzo una terrible historia de acoso por parte de uno de sus superiores, el teniente coronel Isidro José de Lezcano-Mújica. Durante un largo año aguantó sus miradas lascivas, sus insinuaciones y tocamientos. Después de sufrir una agresión física, y desalentada por la pasividad de sus superiores, se decidió a denunciarlo para poner fin a tan grave situación de desamparo.
Sentencia condenatoria
Tras un durísimo juicio, consiguió una de las pocas sentencias condenatorias por abuso de poder (el acoso sexual no está tipificado en el código penal militar) dictada por un tribunal militar: dos años y diez meses de prisión. A pesar de su triunfo, la pena supuso una victoria agridulce para ella: faltó valor para condenarle a una pena superior a los tres años, que hubiera supuesto la expulsión definitiva del ejército para su acosador. El ahora coronel Lezcano-Mújica ha salido recientemente de prisión en libertad condicional sin haber cumplido las tres cuartas partes de la condena.
A pesar de todo, Zaida decidió pasar página y se reincorporó a un nuevo destino confiando en recuperar su vida. Lo que no imaginaba es que los amigos y compañeros del teniente coronel condenado la perseguirían en cualquier destino que ocupara hasta que aprendiera la lección: no se puede denunciar a un superior y proseguir su carrera sin consecuencias.
“Las fuerzas armadas han significado mi vocación desde niña. No me voy, me han echado. No creo que sea imposible luchar desde dentro contra un sistema anquilosado en el pasado, pero el desgaste personal es terrible. Al engranaje del Ejército le falta el aceite con el que se impregna la democracia actual. Las nuevas generaciones queremos aprender del pasado y de nuestra tradición, pero no vivir en otro siglo. Hay mucho que cambiar. Mi historia termina así, con mi adiós a las armas, mi despedida de una profesión que amo», declara la comandante.
Zaida Cantera de Castro se encuentra de baja médica desde febrero de 2014. El 14 de julio de 2014 solicitó la incoación de un expediente de insuficiencia de condiciones psicofísicas para determinar si todavía posee las facultades para continuar en el Ejército de Tierra. En marzo de 2015 sigue esperando la resolución del informe.
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